Reproducción
del loro gris
El
loro gris o yaco es una de las mascotas favoritas entre el público aficionado a
los papagayos por su innata facilidad para reproducir sonidos incluída la voz
humana. Se trata de una especie única en su género (Psittacus) con dos
subespecies reconocidas: Psittacus erithacus erithacus y
Psittacus erithacus timneh
La especie nominal (Psittacus
erithacus erithacus) abarca desde el sudeste de costa de Marfil hasta el oeste
de Kenia y del sur al norte de Angola y sur del Congo y noroeste de Tanzania.
También se encuentra en las islas de Fernando Poo y Príncipe. Es posible que
haya una población aislada en el área del Kilimanjaro en Tanzania. Esta
subespecie se caracteriza por tener el pico totalmente negro, la cola roja
brillante y ser considerablemente más grande. En cuanto al yaco cola de vinagre
(Psittacus erithacus timneh) se encuentra en el sur de Guinea ecuatorial,
Sierra Leona, Liberia y oeste de Costa de Marfil.
El timneh o cola de vinagre es más
pequeño que el yaco, tiene la mandíbula superior del pico de color rosa pálido
y la cola es de un color granate oscuro. Se trata de una especie común en gran
parte de su área de distribución aunque la subespecie timneh empieza a estar
amenazada en algunas zonas como consecuencia de su captura para el mercado de
mascotas así como por la pérdida de hábitat.
Estatus
En cuanto al Cites se trata de una
especie recogida en el apéndice II lo que significa que aún no estando
amenazada de extinción, su comercio está restringido y controlado siendo
necesario un permiso Cites para su importación. Los dos únicos países africanos
autorizados a exportar yacos en estos momentos son Congo y Camerún.
Hábitat
El hábitat de los loros grises en
la naturaleza se encuentra en las selvas tropicales de las zonas bajas así como
en los manglares costeros y zonas de sabana con árboles. En la naturaleza los
yacos rechazan las zonas pobladas por seres humanos.
Dieta
En cuanto a su dieta en la selva,
los yacos comen principalmente semillas, nectar y frutas silvestres, sitiendo
una gran predilección por los frutos de la palmera “Elaeis guinensis” aunque
suelen también invadir los cultivos de mijo pudiendo en ocasiones hacer grandes
destrozos en las plantaciones. Obtienen gran parte de las sales minerales que
necesitan de determinadas plantas y raíces que encuentran en los claros de los
bosques.
Elección
de los reproductores:¿silvestres o nacidos en cautividad?
Cuando nos planteamos intentar la
reproducción de
loros en cautividad, la primera pregunta que se nos plantea es qué tipo de
reproductores elegir: nacidos en cautividad o salvajes. Hay una gran polémica
sobre la capacidad reproductora de los loros criados a mano en cautividad. A mi
juicio esta polémica no tiene mucho sentido ya que está perfectamente demostrado
que estos pichones son perfectamente capaces de reproducirse. En otras especies
como las grullas o los halcones, es cierto que hay una impronta muy fuerte que
hace que las aves reconozcan como pareja a algo similar a lo que reconocieron
en su momento como madre por lo que los pichones criados a mano, solo
reconocerán como pareja a un ser humano ignorando a cualquier ejemplar de su
especie. En el caso de los loros, afortunadamente esta impronta no es tan
fuerte y el reconocimiento de la pareja está grabado instintivamente. De hecho
algunas de nuestras mejores parejas reproductoras están formadas por pichones
papilleros. Por otro lado, las parejas salvajes, pueden necesitar un largo
periodo de adaptación antes de sentirse lo suficientemente cómodas y seguras en
la jaula como para emprender la tarea de la reproducción. Hay otros factores
que también tenemos que tener en cuenta como el hecho de que los loros nacidos
en cautividad que podemos encontrar normalmente serán pichones jóvenes que
necesitarán 3 años antes de ser adultos mientras que los salvajes pueden ser
adultos directamente, el precio de los salvajes suele ser considerablemente
inferior y en el otro lado, los pichones nacidos en cautividad ofrecen una
calidad y una garantía sanitaria que para nada pueden ofrecer los salvajes por
muchos controles veterinarios que hagamos sobre ellos. También la relación con
los loros nacidos en cautividad es totalmente diferente, los salvajes raramente
salen del nido y cuando son sorprendidos fuera, se asustan mucho y gritan de
una manera bastante insoportable. Los pichones papilleros o nacidos en
cautividad, nos permiten disfrutar de ellos mucho más que los loros salvajes.
Los
loros ex-mascotas
Otra muy buena posibilidad
intermedia a la hora de elegir parejas para la reproducción son los loros
“ex-mascostas” estos loros al menos han superado un largo proceso de adaptación
a la jaula, han perdido en gran parte el miedo a la gente, han pasado un
periodo de “cuarentena” apartados del contacto con ningún otro loro, etc... El
problema de estas aves es que son conseguibles solo de una manera irregular,
cuando de pronto un conocido decide deshacerse de su loro por la razón que sea.
Otro problema de este tipo de loros, es que los aficionados no suelen tener
documentación de sus aves, lo cual supone un inconveniente muy grave a la hora
de intentar reproducirlas y vender los pichones.
También hay que decir que en
cualquiera de los casos, la formación de la pareja puede ser complicada y que
salvo excepciones, los loros requieren un largo periodo de “noviazgo” tras el
cual el resultado puede ser una pareja reproductora, una pareja que no se
soporta pero convive en buena armonía (guardando las apariencias) o incluso la
historia puede terminar con el asesinato de uno de ellos por parte del otro. En
el caso de los yacos son normalmente las hembras las que elijen macho y suelen
ser ellas las más exigentes a este respecto. Con todos estos datos, cada uno
tiene que tomar la decisión sobre qué tipo de pareja le interesa más. En
principio, salvo otro tipo de problemas particulares de cada animal, cualquier
loro puede servir para la reproducción.
Adquisición
de parejas adultas reproductoras
Por último me gustaría dar un aviso
de cuidado cuando se ofrecen parejas reproductoras a la venta. Si hacemos las
cuentas, formar una pareja reproductora cuesta mucho tiempo, dinero y esfuerzo
y una vez se tiene, es muchísimo más rentable criar con ella que verderla por
muy alto que fuera el precio de venta. Solo hay que pensar que una buena pareja
puede dar una media de 5 pollos al año que se venderían por unos 4.500 Euros.
Por muy cara que fuera la pareja no se me ocurre ninguna razón para venderla,
salvo que de pronto alguien tenga que dejar la cría de loros y tenga que vender
toda su colección. A todo esto se une el hecho de que es imposible demostrar si
una pareja es o no reproductora y que su precio en el mercado es
considerablemente más alto que el de una pareja normal. Esto hace que la mayor
parte de los sinvergüenzas que están en este mundillo (que haberlos haylos), se
suban al carro de las reproductoras y vendan loros normales a precios
desorbitados con la excusa de que son reproductores. En mi caso, cuando
nosotros montamos el criadero, compramos bastantes de estas parejas y la
realidad es que cuando hicimos el control veterinario de los loros recién
llegados, nos encontramos con la sorpresa de que bastantes de estos loros ni
siquiera eran parejas, sino dos machos o dos hembras.
Dimorfismo
sexual
Aún no pudiendo afirmar que el loro
gris es una especie dimórfica (macho y hembra diferentes), sí que hay
diferencias entre ellos que nos permiten tener una cierta seguridad del sexo a
simple vista. Las hembras por regla general son considerablemente más claras y
más pequeñas que los machos. Además, el pico de las hembras es más redondeado
que el de los machos.
Para los profanos en la materia
estas diferencias son prácticamente imperceptibles, pero con un poco de
práctica son evidentes. La última vez que yo tuve que seleccionar un grupo de
yacos a simple vista aparté las hembras en una jaula y los machos en otra tras
lo cual hicimos el sexaje por endoscopia. El resultado final fue que de los 100
yacos que sexamos, me había equivocado en 1. A pesar de ello, si se quiere
tener la certeza de tener una pareja compuesta por macho y hembra, siempre es
conveniente hacer el sexaje por endoscopia o por ADN. La endoscopia tiene la
ventaja de que puede proporcionar mucha más información sobre el estado general
del pájaro, no solo el sexo, sino que practicada por un buen veterinario, es
posible al mismo tiempo echar un vistazo a los riñones, sacos aéreos, pulmones
y gónadas viéndose además el estado de desarrollo de los testículos u ovario y
pudiéndose saber si el pájaro es muy jóven o si está sexualmente maduro. El
análisis de ADN es mucho menos traumático pero la única información que nos da
es el sexo del animal. En el caso de buscar una pareja reproductora y
especialmente si pensamos partir de loros salvajes, yo recomiendo mucho más el
sexaje por endoscopia.
En pájaros jóvenes, el dimorfismo
sexual no siempre es tan evidente aunque suele ser posible ver las mismas
diferencias que en los adultos solo que un poco menos marcadas.
RECEPCIÓN
DE LAS AVES
Una vez comprada nuestra pareja, es
siempre conveniente hacerles pasar un periodo de cuarentena durante el cual no
deben ser puestos en contacto con ningún otro loro que tengamos previamente.
Esta cuarentena debe hacerse en todos los casos independientemente de que los
loros vengan de criadero o sean salvajes, pero ha de ser más estricta si los
loros son salvajes. La duración de la cuarentena es muy variable dependiendo de
la procedencia de las aves, de la opinión de cada uno, etc... , pero sería
recomendable que esta cuarentena durara un mínimo de 4 meses. Durante este
periodo es posible hacer también un control veterinario aunque personalmente
opino que esto puede esperar un poco salvo que se observe un problema concreto
que requiera ayuda veterinaria. Los loros recién llegados ya tienen bastante
estrés acumulado por el cambio de casa, el viaje, un nuevo dueño (que además
normalmente insiste en tocarles la moral constantemente), etc... como para
añadir además un veterinario haciendo chequeos, recogiendo muestras, etc...
Opino que este chequeo es muy conveniente, pero yo no lo haría hasta que los
loros estén asentados en su nuevo domicilio.
LA
JAULA DE CRÍA
La jaula de cría para yacos suele
tener unas dimensiones
de 1x1x1 m. Es importante que esta jaula se encuentre muy protegida y a poder
ser que tenga 3 paredes y el techo opacos permitiendo la visión solamente en el
frente. A los yacos les gustan las jaulas sombrías, con poca luz, y muy
íntimas. Por supuesto, no es conveniente que se vean con otras parejas de
loros. En cuanto al diseño de la jaula, cada criador tiene el suyo propio, pero
yo describiré solamente el que yo uso. Mis jaulas tienen la medida citada
antes, están suspendidas debajo de un tejado con la base a 1m. del suelo y las
paredes laterales y posterior están forradas de cañizo verde de plástico. El
frente de la jaula es de tela metálica y en él se encuentran la puerta y los
comederos. El nido se encuentra en la parte posterior de la jaula colgado por
fuera lo más alto posible y mide 30x30x50 cm. con un agujero de entrada de 10
cm. de diámetro. Dentro del nido se pone viruta de madera del tipo de la que se
vende en las pajarerías para los hamsters.
Jaulas
de cría para yacos en Blue Macaws.
Si las cosas van bien, lo normal,
especialmente con yacos salvajes, es que la pareja se meta al nido y
prácticamente no se les vea salir más que para comer. El hecho de que la pareja
se meta en el nido no tiene nada que ver con que vayan a poner huevos.
Prácticamente todas mis parejas se pasan el día dentro y solo algunas de ellas
han puesto huevos tras dos años de estancia en sus jaulas.
ALIMENTACIÓN
DE LOS ADULTOS
Al igual que en el caso de la
jaula, cada criador tiene su propia receta para la alimentación de los loros
encontrando cambios muy importantes de uno a otro.
Como hice antes, yo solo describiré
la dieta que yo utilizo y que es la siguiente:
Semillas
Utilizamos una mixtura de semillas
para loros de las previamente preparadas con poca semilla de girasol y mucha
variedad de granos. La nuestra concretamente es la de Kasper Fauna Food. Lo que
sí hacemos es cocer esta mistura diariamente hasta que el maíz y los granos
pequeños estén lo suficientemente blandos para que los loros los coman.
Frutas
y verduras
Usamos dependiendo de la temporada
una macedonia formada por: manzana, pera, tomate, plátano, zanahoria,
remolacha, col, melón, sandía, pepino, calabacín, etc... Además usamos cualquier
fruta de temporada siempre evitando el aguacate y la berenjena. Esta macedonia
se revuelve con las semillas cocidas y se sirve diariamente a la mañana.
Pienso
compuesto
Nosotros usamos el Zeigler y
nuestros loros siempre lo tienen a su disposición, al igual que el agua.
PUESTA
La puesta de los loros grises suele
estar compuesta por entre dos y cinco huevos siendo tres lo más normal. Estos
son blancos y ovalados (es difícil determinar cual es el lado estrecho y cual
el ancho) y miden aproximadamente 39x30 mm. Los huevos son puestos a intervalos
de 3 días y la incubación puede empezar con la puesta del primero o del segundo
viéndose esto en el momento del nacimiento ya que a veces los dos primeros
pichones nacen el mismo día o con los tres días de diferencia entre ellos. El
periodo de incubación es de 28 días. La incubación corre a cargo solamente de
la hembra aunque normalmente el macho está en el interior del nido
acompañándola e incluso parece que puede tomar parte activa en el cuidado de
los huevos. Personalmente he visto varias veces a un macho dentro del nido con
una parte de los huevos debajo de él.
INCUBACIÓN
Y CRÍA
Otra de las grandes preguntas que
se plantean los criadores de loros es cómo hacer la incubación de los huevos si
con los padres o con una incubadora. Personalmente opté por la incubación
artificial ya que dedicándome profesionalmente a la cría de loros y partiendo
de la base de que muchas de mis parejas no pueden criar a sus propios pichones,
no teníamos manera de evitar el estar dando papilla cada dos horas y además
pensamos que aumentaríamos la producción al permitir que los loros vuelvan a
poner antes. La cruda realidad es que solo un pequeño porcentaje de las parejas
hacen más de 2 puestas al año aunque se les retiren los huevos. A pesar de
todo, lo que sí es cierto es que hay un mayor porcentaje de éxito con la
incubadora que con los padres ya que evitamos el riesgo de que los padres
abandonen el nido o rompan los huevos, cosas que ocurren con cierta frecuencia.
Así pues, nosotros dejamos los huevos en el nido hasta una semana después de la
puesta del último y tras esto los metemos en una incubadora artificial.
Para los criadores aficionados que
solo tienen unas pocas parejas y además no disponen de mucho tiempo para
dedicarles a los loros, creo que es mucho más lógico dejar que los padres
incuben los huevos y si quieren tener pichones mansos, sacarlos del nido en el
momento de anillarlos entre los 20 días y el mes. Con esta edad, la cría a mano
es mucho más sencilla y no exije tanta dedicación.
Incubación
artificial
Para la incubación artificial
nosotros usamos una incubadora regulada a 37’5ºC de temperatura y 55% de
humedad donde los huevos permanecen hasta que hacen el “pic”externo (rompen la
cáscara por primera vez). En este momento, los huevos son tranferidos a una
nacedora con ventilación forzada regulada a 37’4ºC y con una humedad del 85%.
En esta máquina se quedan hasta tres días después del nacimiento, iniciando un
recorrido por varias criadoras cada una con una temperatura ligeramente
inferior a la anterior.
Hacia el mes de edad salen de las
criadoras y pasan a cajas de plástico con una rejilla en el fondo, y permanecen
en ellas en una habitación a 25ºC aproximadamente hasta el momento de empezar a
independizarlos en que son ya tranferidos a una jaula normal de loros.
Cría
a mano
Para la alimentación nosotros
usamos jeringas de plástico a las que acoplamos una sonda blanda de silicona.
Este sistema es muy rápido y sobre todo muy limpio al no quedar restos de
comida en el pico ni alrededor lo que hace que disminuya mucho el riesgo de
infección por cándidas. Por otro lado, si la sonda tiene el diámetro adecuado,
es prácticamente imposible su introducción por la tráquea que es el problema
más temido por los criadores de loros.
Algo que hay que tener muy presente
a la hora de alimentar pichones de loro a mano es la temperatura de la comida
ya que es una de las cosas que más accidentes provoca a la hora de la cría. La papilla
tiene que estar templada pero nunca muy caliente ya que de ser así, quemaríamos
el buche del pichón, resultando una lesión poco menos que imposible de reparar
y que termina normalmente con la muerte del ave.
Destete
El proceso de independización empieza
cuando el loro tiene unos dos meses y medio y prácticamente está cubierto de
plumas. En este momento están tomando 3 papillas diarias y lo que hacemos es
simplemente empezar a ofrecerle la misma comida sólida que damos a los adultos,
tanto la fruta con semillas cocidas como el pienso compuesto. Los loros grises
suelen admitir esta nueva comida con mucha facilidad (aunque a veces también
hay alguno al que le cuesta una barbaridad). Una vez vemos que ya el pichón
demuestra gran interés por la comida y que empieza ya a comer solo,
interrumpimos la toma de la mañana. En este momento a la mañana empezamos a
darle solamente comida sólida y así vamos haciendo con el resto de las tomas de
papilla hasta que el loro come solo perfectamente.
ASPECTOS
LEGALES DE LA CRÍA
Como he mencionado al principio de
este artículo, los yacos se encuentran en el apéndice II del Cites (anexo B del
reglamento europeo). Esto significa que se trata de una especie con un cierto
nivel de protección y como tal está sujeta a una serie de controles. Como
cualquier otra especie del anexo B, no es obligatorio ni el registro ni el
anillamiento de los pichones, pero no deja de ser muy conveniente.
A la hora de adquirir la pareja
reproductora, es obligatorio que con la pareja se nos facilite un documento que
pruebe claramente el orígen de las aves. Este documento puede ser una factura o
un certificado de cesión pero tanto en uno como en el otro, tienen que venir
claramente especificados los datos del donante y del receptor del animal. Si
los ejemplares que compramos son salvajes de importación, es conveniente
(aunque no obligatorio) que en la factura figure el número del permiso CITES de
importación. Si lo que compramos son aves nacidas en cautividad dentro de la
CEE, evidentemente no hay CITES dado que no ha habido una importación de estos
animales, pero en ese caso es conveniente (de nuevo no obligatorio) que en la
factura se señale que las aves son nacidas en la CEE y el número de anilla (si
el pájaro está anillado) y la fecha de nacimiento (si se sabe).
Como he dicho antes, el registro de
la cría de los ejemplares del anexo B no es obligatorio, pero facilita mucho
las cosas en el futuro, así que si se desea hacer, lo único que hay que hacer
es llevar la documentación de las aves al SOIVRE (MINISTERIO DE COMERCIO) más
cercano y solicitar el registro de la pareja. En la web
http://www.cites.org/common/directy/s_directy.html se pueden encontrar todas
las direcciones de los organismos responsables del cites en todo el mundo. Una
vez registrada la pareja, hay que comunicar al SOIVRE todas las puestas,
nacimientos, altas o bajas y mantener el registro al día. Ellos deciden en cada
caso si tienen que mandar un inspector al criadero o no. En cualquier caso,
todos estos trámites se hacen de manera gratuita.
CONCLUSIÓN
La cría de loros no es una ciencia
exacta, ni los loros son axiomáticos (no siempre responden a patrones fijos).
Cada criador tiene sus propios métodos y cada pareja de loros es un mundo y
esto no significa que los de uno sean mejores o peores que los del otro.
Simplemente son diferentes. Con este artículo solo he pretendido dar unas
ciertas nociones de cómo conseguir esta aventura fantástica que supone la
reproducción de los loros en cautividad y ayudar en la medida de lo posible a
los criadores que quieren iniciarse en este tema y se encuentran perdidos (como
nos hemos encontrado todos en determinados momentos). Supongo que mucha gente
no estará deacuerdo con mis métodos o utilizará otros diferentes y desde aquí
les animo a que también escriban al respecto. Entre todos, podemos aprender
mucho de la experiencia del resto.
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